La Cuaresma son 40 días de preparación para la Pascua. Es, pues, el Camino hacia la Pascua.
Comienza la Cuaresma oficialmente el Miércoles de Cenizas y termina antes de la Cena del Señor, el Jueves Santo.
El "Miércoles de Cenizas" es anterior al Primer Domingo de Cuaresma y realizamos el gesto de la imposición de ceniza en la frente, de ahí recibe su nbombre. Es un gesto simbólico lleno de humildad donde reconocemos nuestros pecados y errores ante el Señor y los hermanos y, quemados, lo mostramos en nuestras cabezas como señal de reconocimiento , arrepentimiento y conversión, mientras el sacedorte nos dice: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" o "Acuerdate que eres polvo y al polvo volverás".
Al recibir las cenizas debemos tener una actitud firme de conversión, de querer mejorar en nustra amistad y, como el Santo Padre nos hace en su mensaje cuaresmal, "reflexionar fijándonos los unos a los otros para estimular la caridad y las buenas obras".
Hay tres palabras características de todo el Miércoles de Cenizas y de toda la Cuaresma: Cenizas, Ayuno y Abstinencia.
Para muchos han quedado algo anticuadas por la falta de uso y de conciencia de lo que debe significar para nosotros. Reflexionemos un poco por encima sobre ellas.
LA CENIZA QUE NO SE NOS PIDE ES QUE:
Que sea un mero "rito", vacío de contenido, como algo "mágico"; sea "lights", ligero, sin compromiso; que está bien pero no me obliga; que sea "negativa", viendo sólo la parte "fea" de las cosas; que sea algo "triste", lleno de pena y de muerte "eres polvo... y volverás".
LA CENIZA QUE DIOS NOS PIDE ES:
Que no nos consideremos "dueño" de todo, sino mero administradores; que no nos creamos "santos" porque sólo Dios es Santo; que valoremos más la calidad que la cantidad; que ame la vida y la defienda. Que no tema a la muerte, porque siempre es Pascua.
EL AYUNO QUE NO NOS PIDE DIOS ES:
El "legalista" (lo que está mandado); el "mezquino" y "ridículo" (ya es bastante, ya está bien); el orgulloso (yo más que nadie); el "hipócrita" (sólo busca quedar bien); el "triste" que no conduce a la alegría.
EL AYUNO QUE DIOS QUIERE ES:
No hacer gastos inútiles; que nuestras inversiones no estén mirando los intereses que conseguimos sino en el banco de los pobres que nos necesitan: que nuestro tiempo lo dediquemos no a lo que nos guste sino a aquellos que no necesiten: que veamos en el otro al hermano que nos pide porque necesita de lo nuestro.
LA ABSTINENCIA QUE LA CUARESMA Y DIOS NO NOS PIDE ES:
No intervenir en las cosas sin decir mi opinión; no colaborar en la marcha de mi grupo o comunidad porque "ya lo harán los demás"; no corregir los defectos de los demás, pensando que eso es caridad; de "orar" solamente sin una lucha por una sociedad justa.
LA ABSTINENCIA QUE SE NOS PIDE ES:
No ser esclavos de nada (gustos, caprichos, consumo, drogas, juego, modas, TV...); que me prives de las palabras violentas, injuriosas, odiosas y necias: que me alimente de la Palabra y de la carne de Dios.
Todo ello, apuntado muy por encima, nos presenta EL MIÉRCOLES DE CENIZAS y TODA LA CUARESMA en su probrama de CONVERSIÓN.
¡Ojalá todos los cristianos y en especial los hermanos de nuestras Hermandades y Cofradías, presentáramos en nuestra vida un deseo vivo y manifiesto de CONVERSIÓN! ¡Aprovechemos la Cuaresma, regalo de Dios para todos, para realizarlo!
Desde esta oportunidad que me ofrece esta Hermandad de las Siete Palabras lo deseo y pido a Dios para mí y para todos.
Con mi bendición: PEDRO ARENAL MACARRO
Párroco de San Vicente Mártir de Sevilla
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