El pasado domingo 26 de junio pudimos vivir una jornada inolvidable en nuestro barrio de San Vicente, debido a que allá por 1511 doña Teresa Enríquez fundó la Hermandad Sacramental de San Vicente, y por ello se realizó una procesión extraordinaria de Corpus Christi por las calles del centro.
La procesión estuvo compuesta por tres pasos. En el primero podíamos, tras unas representaciones, podíamos ver la imagen de la Inmaculada Concepción de San Antonio de Padua, sobre el paso de María Auxiliadora de San Vicente, con los, recientemente restaurados, candelabros de nuestro paso de misterio, al martillo mandaba nuestro querido capataz Rufino Madrigal.
A continuación, iba la imagen del niño Jesús, de propiedad particular, sobre unas andas cedidas por la Hermandad del Valle, e iba mandado y llevado por niños de mediana edad.
Por último, procesionaba el Santísimo bajo la custodia recién restaurada de la hermandad, y que lucía espléndido sobre las andas de plata del Señor de la Misericordia. Mandado por nuestro capataz Pepe Luna.
Acompañada por la banda de música del Sol, y con numerosos hermanos acompañando al Santísimo con cirios, destacando el estandarte sacramental.
El recorrido por las calles de la collación fue el siguiente: Cardenal Cisneros, Alfaqueque, Redes, Baños, Jesús de la Vera Cruz, Virgen de los Buenos Libros y Cardenal Cisneros. Comenzando sobre las 9.15 y llegando pasadas las 11.15.
Este culto extraordinario finalizó con una función principal en la misma parroquia de San Vicente a las 12.00 del mediodía.
Por distintas calles del barrio podíamos ver balcones engalanados, e incluso en la parroquia pudimos ver este precioso altar con la Virgen del Carmen
Por último, queremos felicitar a todos los que han hecho posible la celebración de este culto extraordinario con el que ponemos el broche de oro a este 500 aniversario fundacional, y ojalá en el futuro podamos seguir celebrando este culto externo.
Fotografía: Práxedes Sánchez M.
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